viernes, 12 de febrero de 2016

Weegee – El Crítico. 1943.






 La noche de la apertura del Metropolitan Opera. Una fotografía de denuncia social. El contraste entre los favorecidos por la fortuna y los miserables que con todo conservan el suficiente orgullo para encararse con quienes pasean con abrigos de pieles. Y Weegee estaba allí para cobrar la pieza. 

Solo que la fotografía es mentira. No fue el resultado de una casualidad felíz.  Un asistente de Weegee condujo a la mendiga al lugar donde por fuerza tenían que pasar quienes bajaban de las limusinas y se le proporcionó el suficiente vino blanco para mantenerla en estado de embriaguez. Apoyada en una pared para que no se diera de bruces en el suelo. Cuando vieron aparecer a George Washington Kavenaugh y Lady Decies, conocidas por todos los periodistas de los ecos de sociedad, dejaron tambaleándose en el camino de ambas a la embriagada.

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