lunes, 15 de febrero de 2016

Trotskines

A mediados de los años setenta en Barcelona, oí hablar por vez primera de un grupúsculo político con escasa militancia que era conocido como "los trotskines". Quien me contó lo poco que sabía de ellos no había conocido a ninguno y lo que me contaba era lo que le habían explicado otros.

El punto central del pensamiento de los trotskines era el siguiente: Es evidente que existen extraterrestres puesto que han sido vistos innumerables veces. Que haya extraterrestres supone la existencia de civilizaciones técnicamente mucho más avanzadas que la nuestra. Llegar a un estadio tecnológico tan avanzado solo es concebible dentro del desarrollo de potencialidades que se dará en una sociedad comunista. Así pues, tenemos merodeando por encima de nuestras cabezas a unos extraterrestres comunistas que, solidaridad obliga, vienen al planeta tierra para ayudarnos en la lucha por nuestra emancipación. Ellos, los trotskines, como vanguardia más consciente del proletariado, tenían la misión de contactar con nuestros primos alienígenas y de prepararse para la conflagración mundial que se avecinaba. La historia me pareció muy interesante: ¡el comunismo galáctico fase superior del capitalismo terráqueo¡.

Con los años he ido recogiendo algún que otro dato sobre ellos. Hay que tener en cuenta que los militantes de ese partido, los de Barcelona y supongo que con los de cualquier otro lugar pasa lo mismo, no sueltan prenda. No es fácil confesar… mira, yo creía en ovnis y sabía que los tripulantes de las naves galácticas eran comunistas. Una persona te puede contar que ha cometido las fechorías más espantosas, pero a nadie le gusta pasar por imbecil. Conspiración de silencio, casi.

Los trotskines se llamaban Partido Obrero Revolucionario (no confundir con el PORE) y eran de ideología –claro- trotskistas. Su líder era conocido por los suyos como el camarada Posadas y había nacido en Argentina. No sé que número de espada del comunismo le adjudicaban sus fieles; ya sabéis, primera espada, Lenin, y así sucesivamente hasta llegar al último espadachín que si mis cuentas no fallan debe de ser el camarada Guzman de Sendero Luminoso, cuarta espada del comunismo. El POR como es de rigor entre los grupos y grupitos de la IV Internacional estaba peleado a muerte con el resto de facciones trotskistas.

Mi amigo Héctor, un abogado rosarino sabía algo sobre ellos. Una de sus primeras obligaciones al entrar en el partido era financiarse la compra de un uniforme de amianto, porque la guerra que terminaría con todas las guerras, ovnis contra imperialistas yankis, revisionistas de la URSS y reformistas chinos, se daría en el marco de numerosas explosiones atómicas y habría fuego por doquier. Eso era así porque así lo decía Posadas. Ahorraban o bien daban un palo a alguien, y se compraban un ropaje ignifugo. Desaparecieron hace muchos años.

3 comentarios:

  1. http://cuartainternacionalposadista.org/

    Son éstos?

    Magnífico blog, un abrazo.

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  2. http://cuartainternacionalposadista.org/

    Son éstos?

    Magnífico blog, un abrazo.

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    1. Eran estos cuando vivía Posadas. Ahora a saber por donde van sus elucubraciones.

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