martes, 9 de mayo de 2017

Ingrid Bergman en Stromboli






En 1945, Ingrid Bergman protagoniza Encadenados. La película que Truffaut prefería de entre todas las de Hitchcock. Una película perfecta. Con un Gary Grant borde que coloca en el lecho del enemigo a quien tiene tan enamorada que, por no defraudarle,  acepta el sacrificio a sabiendas de que con ello Grant la tomará por aquello que hace que los hombres de la época se aproximen pero de quien huyen sin comprometerse.
Durante el rodaje, Ingrid Bergman que llevaba casada con un dentista sueco siete años, el tiempo que tarda la rutina en apoderarse de una pareja como nos mostró Billy Wilder, vivía su propia historia de amor con Robert Capa. Ya de paso, Capa le enseñó a apreciar el cine europeo, y así fue como un día Ingrid Bergman entró en un cine de New York y vió Roma citta aperta y Paisa. Era el año 1948 y al salir del cine le faltó tiempo para escribir a Rossellini.


"Sr. Rosellini: He visto sus películas Ciudad abierta y Paisa, que me gustaron muchísimo. Si necesita a una actriz sueca que habla muy bien ingles, que no ha olvidado su alemán, que puede hacerse entender en francés y que en italiano solo sabe decir "ti amo" estoy lista para ir a hacer una película con usted".


En aquellos momentos ella era probablemente la actríz más famosa del mundo y escribía a un director que ni siquiera era conocido en su país. A Rosellini le faltó tiempo para decirle que acudiese a Italia y que fuese la protagonista de la película que quería rodar, Stromboli,


Durante el rodaje, Ingrid Bergman quedó embarazada de Rosellini y decidieron vivir juntos mientras entablaban sendos procesos de divorcio para poder casarse. La circunstancia de abandonar marido e hijo y vivir amancebada con un europeo sentó muy mal en Estados Unidos. Hasta el punto de que un senador por Colorado Edwin C. Johnson en una sesión del Senado se refirió a ella como practicante del amor libre y una poderosa influencia maligna.


Durante varios años, Ingrid Bergman vivió en Europa con Rosellini, despreciada por la industria americana del cine. Siete años más tarde, con tres hijos más, abandonó a su director italiano para refugiarse en los brazos de un empresario sueco. Volvió a los Estados Unidos y rodó Anastasia. Y consiguió un Oscar.


Gordon Parks, excelente fotógrafo y amigo de Ingrid Bergman, acudió al rodaje de Stromboli para hacer un reportaje que publicó la revista LIFE.  Todas las fotos de esta entrada son del reportaje de Gordon Parks.


























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